Existen muchos tipos y grados de pérdida auditiva. A quienes la padecemos, las prótesis auditivas nos permiten mejorar enormemente nuestra calidad de vida. Aun con ellas, en nuestro día a día, suceden numerosas situaciones en las que desenvolvernos con independencia a nivel comunicativo resulta muy complicado. Hablar por teléfono, escuchar música, ir al médico, al supermercado, al banco, realizar un trámite administrativo, enterarnos de los avisos sonoros de los medios de transporte, el ámbito académico y laboral de manera grupal, asistir a una conferencia, ir al cine, al teatro, a un museo, a una clase deportiva, etc… en definitiva, casi cualquier situación con una señal acústica pobre o espacios abiertos con mucho ruido ambiental.
Muchas de estas problemáticas han sido ejemplificadas con anécdotas en anteriores entradas de este blog. En dichos relatos, aparte de hacer hincapié en la necesidad de visibilizar y sensibilizar para generar empatía con las situaciones que sufrimos, también insistimos mucho en la importancia de la tecnología como gran aliado de las personas con problemas de audición, ya que permite mejorar la accesibilidad auditiva de múltiples entornos en nuestra sociedad.
Una de estas herramientas tecnológicas es el bucle magnético, también denominado bucle de inducción magnética, bucle de inducción de audiofrecuencia o lazo magnético. Es un sistema de comunicación para personas que usan prótesis auditivas, ya sean audífonos, implantes cocleares o implantes osteointegrados.
Es un sistema que al instalarse en un determinado lugar, transforma un sonido en un campo magnético para que sea captado por todas las prótesis auditivas que se encuentren en el espacio. Se trata de que la señal sonora deseada llegue directamente a las prótesis reduciendo de manera notable el ruido de fondo.
El bucle cuenta con un micrófono, un amplificador y un cable. El micrófono registra el sonido. El amplificador procesa la señal y la envía por el cable. El cable se encuentra fijado en un perímetro, que delimita un área específica en la que funciona. Este cable recibe la señal del amplificador, filtra los ruidos de fondo no deseados, y envía el sonido mediante señales magnéticas inalámbricas. Éstas son recogidas directamente por los audífonos de las personas que se encuentren en la zona delimitada, es decir, puede ser usado por muchas personas al mismo tiempo. Eso sí, para que las prótesis reciban el sonido amplificado deben estar dotadas de una telebobina o bobina telefónica. Es lo que se conoce como “posición T”. La mayoría de las prótesis utilizadas en la actualidad disponen de la T, incluso las más antiguas. Si no es el caso, se debe contactar con el audioprotesista o programador para incluir, activar la bobina o incorporar una extensión que haga sus veces.
Por lo tanto podemos afirmar que es un sistema tremendamente útil para eliminar las barreras comunicativas. Permite percibir nítidamente la información sonora emitida por cualquier altavoz, o la propia voz de un interlocutor eliminando los problemas de reverberación, ruidos de fondo, interferencias, la distancia y sonidos de alrededor.
La instalación del bucle magnético puede ser de varios tipos. Por ejemplo, puede estar instalado de manera fija y permanente en un edificio o espacio como un aeropuerto, un museo, un teatro, un ascensor, etc. Cuando no existe tal instalación fija, pero se requiere en un acto o exposición puntual, se puede disponer de aparatos de bucle magnético temporales. Para espacios de menor tamaño como puede ser un taxi, una reunión o mostradores de atención al cliente, también existen bucles inalámbricos y portátiles más pequeños como el mostrado en la siguiente imagen.
Y por último, para un uso unitario como puede ser una llamada o escuchar música desde el teléfono móvil, reproductor mp3 u ordenador, existen los collares de bucle magnético individual. Con éstos, se conecta la prótesis con el dispositivo deseado y el bucle otorga una señal sonora amplificada. Por decirlo llanamente, el collar de bucle o loop de cuello transforma las prótesis auditivas en auriculares.
Cabe señalar que para las personas con problemas auditivos los cascos convencionales son incompatibles, tanto a nivel físico como de señal, con las prótesis auditivas, o no tienen la potencia sonora suficiente, y sobre todo son perjudiciales para la supervivencia de su resto auditivo. De hecho, en la actualidad, el uso abusivo de auriculares en nuestra sociedad es una de las causas principales por las que cada vez hay más personas, y cada vez más jóvenes, con pérdida auditiva discapacitante.
Se pueden identificar los espacios que disponen de bucle magnético gracias al siguiente símbolo de accesibilidad auditiva.
Las ventajas técnicas del bucle magnético frente a otros sistemas de transmisión de sonido son numerosas. Es un sistema normalizado a nivel mundial, garantiza alta nitidez y calidad del sonido, abarca superficies de gran extensión, la reproducción del sonido es totalmente simultánea sin retardo, no consume batería de la prótesis auditiva, no requiere actualizaciones por lo que no es susceptible de obsolescencia y puede amplificar todo el ancho de banda útil del sonido desde los 200 hasta los 8.000 Hz.
La legislación vigente en materia de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad garantiza a las personas con problemas de audición usuarias de prótesis auditivas, que puedan disponer de este producto de apoyo a la comunicación oral en diferentes ámbitos, tales como administraciones y espacios públicos, transportes o instituciones públicas de arte y cultura.
Aunque recientemente se han realizado muchos avances en la garantía de nuestros derechos con la instalación de bucles magnéticos en edificios públicos, quedan demasiados entornos y espacios, tanto públicos como privados, en los que esta tecnología no está disponible o no funciona adecuadamente.
Por ello, desde SOUL&ALEGRÍA, cultura y arte para todos los oídos hacemos un llamamiento a las autoridades pertinentes para seguir avanzando en el cumplimiento de la ley. También instamos a los mandatarios de las entidades privadas para que sean responsables socialmente y conscientes de la necesidad creciente de nuestro nicho. Y por encima de todo, invocamos a todas las personas con hipoacusia y familiares para que alcen la voz y demanden sus derechos. Somos un colectivo que se nos tiene poco en cuenta porque a simple vista, no se nota nuestra deficiencia y nuestras necesidades. La accesibilidad real y total no llegará nunca si no la reclamamos.