Este verano se ha estrenado Toy Story 4, la última película de la famosa saga. Queremos aprovechar esta oportunidad para hablar de uno de los personajes, que aunque aparece sólo un instante, nos resulta de vital importancia. Se trata de un compañero de clase de la niña protagonista, un niño que lleva un implante coclear verde fosforito.
La mayoría de espectadores puede que ni se hayan percatado de su condición o de la escena en la que aparece, pero sin embargo, seguramente cada familiar de y niño implantado del mundo, sí que se ha fijado sintiéndose reflejado al instante.
Un implante coclear, como ya hemos tratado de explicar más detalladamente en anteriores entradas del blog, es una tecnología de reciente creación que permite a miles de personas con problemas auditivos oír mejor, escuchar y comprender el lenguaje hablado. Consiste en un dispositivo electrónico con una parte interna que se implanta en la cóclea, la cual recibe señales sonoras captadas por una parte externa visible detrás de la oreja. Por la eficacia en la adaptación tras implantarse, muchos de los pacientes con deficiencia auditiva que llevan estos aparatos son niños muy pequeños.
Aunque es una tecnología en claro auge, aún existe mucho desconocimiento sobre el tema y resulta extremadamente importante enfocar esfuerzos en informar, visibilizar y normalizar la condición de implantado coclear en la sociedad. Sobretodo por y para los más pequeños, ya que llevar un implante o un audífono supone habitualmente un problema de integración social para un niño al que le miran y tratan con extrañeza, condicionando su comportamiento hasta tal punto de querer ocultar su dispositivo a toda costa con cualquier corte de pelo.
El impacto de la aparición de este niño en la película ha sido muy importante para la comunidad. Tras ver la escena, muchos niños implantados en todo el mundo han perdido el miedo a enseñar su aparato, incluso quieren que se les vea, lo quieren de colores vivos y lo lucen con orgullo.
Perder tabús en la sociedad es una ardua tarea, es un proceso lento que a veces avanza enormemente por la anécdota mas nimia, y éste puede ser un caso. Hay que aprovechar la visibilidad que tiene la gran pantalla, y más en una saga de películas tan exitosa. El papel que tienen este tipo de películas en la educación es vital.
En este caso, durante todo el metraje se abordan temáticas de enorme interés social como el aislamiento en la vejez, la integración escolar, la inclusión de las discapacidades, etc. Se tratan problemáticas buscando normalizarlas e inculcar valores de respeto, aceptación, inclusión o diversidad que deben calar en la sociedad y en los más pequeños.
Es un hecho que cada vez son más los productos audiovisuales que apuestan por fomentar estos valores, narrando historias o incluyendo personajes con discapacidades, como por ejemplo, la conocida serie de dibujos animados Peppa Pig donde ha aparecido Mandy Mouse, una ratilla en silla de ruedas aficionada al deporte. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer, y aún más en el caso de las discapacidades sensoriales, menos visibles a primera vista que aquellas físicas. Y todavía más, en el caso la deficiencia auditiva, que es seguramente, una de las discapacidades menos visibilizada.
Por eso aplaudimos la acción de los responsables de Toy Story, y también la iniciativa de Marcos Lechet, un usuario que ha iniciado una petición en change.org para que los responsables de Pixar incluyan en el merchandising de la película un muñeco del personaje del niño implantado. Una idea extraordinaria que desde SOUL&ALEGRÍA, cultura y arte para todos los oídos, apoyamos firmemente e invitamos a todos a colaborar. La petición está muy cerca de lograr el objetivo de firmas: http://chng.it/xrWFR5nNDq.
Éste es sin duda el camino a recorrer e invitamos a los productores de Toy Story a dar un pasito más, y que en la próxima película el niño implantado sea el protagonista. Eso sí sería normalizar, tomar conciencia, dar un paso de gigante hacia la naturalidad…; al igual que en esta citada cinta los padres coprotagonistas llevan ambos gafas y no hace falta escribir un artículo sobre ello.